top of page

Cómo Dejar de Tomar Alcohol y Fumar Cambió Mi Vida: Una Historia de Transformación Personal

  • Foto del escritor: Juan Figueroa
    Juan Figueroa
  • 19 ene
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 19 ene

¿Alguna vez te has sentido fuera de lugar por no seguir una norma social, como tomar alcohol? Esta es mi historia personal sobre cómo decidí romper con dos vicios, el alcohol y el cigarrillo, y cómo esa decisión marcó un antes y un después en mi vida. Desde un pasado lleno de malos hábitos hasta una transformación integral, quiero compartir cómo pequeños cambios llevaron a resultados extraordinarios.




Estaba de vacaciones en mi querido país, Colombia, disfrutando de la navidad y del reencuentro con familiares, amigos y hasta amigos de amigos. Todo transcurría en un ambiente cálido y festivo, hasta que me enfrenté a algo que para mí ya es rutina: la sorpresa de los demás cuando digo que no tomo alcohol. 

 

En mi país, casi cualquier ocasión es perfecta para brindar con una copa en la mano: bautizos, almuerzos, cumpleaños, cenas, Navidad, Año Nuevo. Pero lo curioso es que, mientras beber es considerado completamente normal, no tomar alcohol genera incredulidad, preguntas y hasta cuestionamientos personales. Y eso es exactamente lo que hago yo, no tomar alcohol.

 

Cuando alguien me ofrecía un trago, mi respuesta era siempre la misma: “No, gracias”. Lo que seguía era una lluvia de preguntas: ¿Por qué no tomas? ¿No quieres o no te gusta? ¿Ni siquiera una cerveza? ¿Nunca has tomado? Mi respuesta suele desconcertarlos: “No, no tomo. Y no, no he tocado fondo”, digo entre risas. Pero esta decisión tiene una historia que quiero compartir.



El Inicio de un Cambio Profundo


Desde joven he tenido una inquietud constante por mi crecimiento personal. Siempre he sentido que mi vida debía ser algo más, una búsqueda continua de mejorarme, de aprender y de crecer. Sin embargo, hace más de ocho años, mi vida no reflejaba esa aspiración.

 

Solía fumar desde mi adolescencia y tomaba alcohol socialmente. Cuando nació mi primera hija, reduje mi consumo de alcohol, dejando de beber hasta emborracharme. Aún así, todos los fines de semana caía en el mismo patrón: un trago, dos... mas noches de desvelo y, por supuesto, cigarrillos que acompañaban esas reuniones sociales.

 

En ese entonces (bueno, y todavía), vivía un período complicado a nivel familiar, con dolor tras dolor emocional. Sentía que mi vida estaba llena de decepciones y que no tenía control sobre lo que pasaba a mi alrededor. Sin embargo, en un momento de profunda decepción familiar, algo hizo clic en mí. Decidí que no podía seguir en ese estado y que era hora de tomar las riendas de mi vida.

 

Sin saberlo, ese fue el inicio de mi transformación. Aunque en ese momento no tenía idea de lo que significaba construir hábitos ni de cómo implementarlos, algo en mi interior me impulsó a cambiar. Decidí iniciar una nueva vida.

 


El Primer Paso: Crear Rutinas Saludables


Comencé a levantarme todos los días a las 5:00 a.m. Rezaba el rosario y salía a hacer ejercicio: algunos días corría, otros hacía pesas. Adopté el hábito de tomar smoothies y jugos verdes, y paralelamente me sumergí en la lectura. Me convertí en un lector disciplinado. Pasé de leer 3 a 5 libros al año a leer 30! También integré audiolibros y pódcasts, lo cual le sumaba 20 libros mas al año que escuchaba mientras hacía ejercicio, conducía o paseaba a mi perro.

 

A esto se sumó un esfuerzo consciente por cambiar mi mentalidad. Decidí dejar atrás los pensamientos negativos y repetitivos, reemplazándolos por otros positivos. Cambié la manera en que me hablaba a mí mismo, y esto transformó mi forma de relacionarme con la vida. Pasé de vivir en modo avión, desconectado de mis emociones y rutina, a una vida consciente y plena. Cambié la distracción por la introspección, el piloto automático por elecciones intencionales. Ahora, cada día es una oportunidad para crecer, agradecer y vivir con propósito, presente en cuerpo y alma.

 


El Día que Dejé el Cigarrillo (Y También el Alcohol).

 

Un día cualquiera, salí al balcón con mi café en una mano y un cigarrillo en la otra, listo para la rutina de cada mañana. Hice una llamada telefónica y, cuando terminé el café, me di cuenta de algo sorprendente: había olvidado encender el cigarrillo. Al principio no le di importancia, pero a lo largo del día me di cuenta de que no sentía ganas de fumar. Ese sentimiento persistía, y hoy, más de ocho años después, no he vuelto a fumar.

 

En cuanto al alcohol, decidí dejarlo también. Sabía que podría ser un detonante para recaer en el vicio del cigarrillo, y preferí eliminar ese riesgo por completo.



El Poder Transformador de los Hábitos


Mirando hacia atrás, me doy cuenta del impacto que tuvo en mi vida la decisión de adoptar nuevos hábitos. Estos cambios no solo mejoraron mi salud física y mental, sino que también transformaron mis relaciones, mi alimentación y mi actitud ante la vida.


Hoy, agradezco haberme liberado de esos dos vicios tan perjudiciales. Pero lo que más agradezco es haber descubierto el potencial que tenemos todos para cambiar. Este viaje personal me llevó a querer inspirar a otros, empezando por mi esposa e hijas, y extendiéndolo a todas las personas que pueda alcanzar.



Un Llamado a la Transformación


Si algo he aprendido, es que nunca es tarde para empezar. No importa cuán profundo estemos en un hábito negativo, siempre hay una salida. Y a veces, todo comienza con un pequeño paso: levantarte temprano, salir a caminar, leer un libro o simplemente cambiar la manera en que te hablas a ti mismo.


La vida está llena de oportunidades para transformarnos. Mi historia es solo un ejemplo de lo que puede suceder cuando decidimos tomar el control.


¡Salud¡ (ahora brindo con un vaso de agua).


¿Qué cambios podrías hacer tú hoy para vivir una vida más plena y saludable?






Descargo de responsabilidad

La información y los consejos compartidos en este sitio web y en todos sus contenidos, incluidas publicaciones, videos, y materiales de consulta, tienen únicamente fines informativos y educativos. No están destinados a diagnosticar, tratar, curar ni prevenir ninguna condición de salud. Los servicios proporcionados no sustituyen el consejo, diagnóstico o tratamiento de un médico u otro profesional de la salud cualificado.

Antes de realizar cualquier cambio significativo en tu dieta, estilo de vida o programa de ejercicios, consulta con un médico u otro profesional de la salud que conozca tu situación personal. No se asume responsabilidad por cualquier efecto adverso o consecuencia que pueda surgir de la utilización de la información proporcionada en este sitio. Recuerda que cada cuerpo es único y lo que puede funcionar para unos, no necesariamente funcionará para otros.

Comments


bottom of page